Aceptar una situación difícil

¿Cómo aceptar una situación difícil? 7 pasos que te pueden ayudar.

Aceptar una situación difícil es una realidad que todas tendremos que vivir en algún momento de nuestra vida. Pero ¿Cómo aceptar la muerte de un ser querido, un despido, una enfermedad, una pandemia o un desamor? Obviamente, no existe una fórmula mágica pero sí, unos pasos que nos permitirán no alargar el sufrimiento y llegar a la resiliencia.

 

1-  ¿Qué es aceptar?

La aceptación no es estar de acuerdo con la situación. ¿Quién podría estar de acuerdo con la muerte de alguien al que quiere?

Muchas personas la confunden con resignación. Tampoco es sinónimo de resignarse. No se trata de convertirnos en un personaje pasivo de nuestra propia historia. La aceptación, al contrario, es una actitud muy activa que nos permitirá salir más fuertes de una situación complicada.

Aceptar es admitir que esta es la realidad y dejar de pelear para que la realidad sea otra.

El hecho de no aceptar la situación tal y como es, solo añade sufrimiento al dolor ya provocado por ella. Solo que este sufrimiento nos lo imponemos nosotras mismas.

 

2- Emociones.

Un gran paso para activar o crear nuestra resiliencia y avanzar es aceptar nuestras emociones.

Escuchar el mensaje que tienen para mí mis emociones es una etapa fundamental para poder gestionarme en una situación difícil. ¿Qué me dice esta emoción? ¿Qué necesito?

 

En mi web http://www.chrystelcoach.com encontrarás unas emo-cards que te pueden ayudar a encontrar lo que se esconde detrás de tus emociones.

 

Hoy en día sabemos, gracias a la epigenética, que las emociones tienen un gran impacto en nuestra salud. Afectan tanto a la salud física como a nuestra salud mental. Por lo tanto es muy importante saber aceptarlas y entender el mensaje que tienen para nosotras. Las emociones a las que no prestamos atención o que queremos tapar y enterrar no se van: crecen y se hacen insoportables o favorecen enfermedades. La gestión de las emociones es un tema recurrente en coaching. Un primer paso, si no tienes a un coach con el que trabajar, es escribir en un cuaderno todo lo que sientes para empezar a entender lo que está pasando en ti.

Eso sí, ten en cuenta que todas las emociones son legítimas: No dejes que nadie te diga lo que debes o no sentir, ni qué intensidad deben tener tus emociones. Tus emociones son legítimas, repito. El sentir lo que sentimos es un derecho universal de todas las personas. Es uno de los principales derechos de la asertividad.

 

3- Sé amable contigo misma.

Mientras lo estás pasando mal, no necesitas más carga emocional. Utiliza la compasión y la empatía que tendrías con otra persona hacia ti misma.

Voy a darte un ejemplo: a un niño que sufre porque está enfermo, no le darías patadas. Sería profundamente cruel e inhumano. Pues, lo mismo pasa cuando tú estás sufriendo: es cruel añadir ira o culpabilidad a tu dolor.  Lo suyo es permitirte sentir lo que sientes y tratarte con amabilidad.

Una pregunta muy útil cuando lo estás pasando mal es: ¿Cómo puedo darme más compasión?

 

4- No juzgues.

Si hay otra persona involucrada en tu situación difícil, evita juzgar demasiado al otro. No le des demasiado poder sobre ti. El enjuiciar no te va a ayudar a avanzar. Si necesitas soltar la ira o la decepción que te ahogan, coge una hoja y un bolígrafo y suelta por escrito todo lo que tienes ganas de gritar, con tus palabras… (¡No hace falta revisar el estilo epistolar!) y quema la hoja o destrúyela. Puedes repetir las veces necesarias… 😉

 

5- ¿Por qué?… ¿Por qué?… ¿Por qué?…

Nuestro cerebro no soporta la incertidumbre y el no saber por qué pasan las cosas. Suele ser muy útil contestar los porqués…al principio.

¿No has notado que después de hacernos esta pregunta, son siempre las mismas respuestas las que nos llegan? Aquí reside el riesgo de quedarnos atascadas…preguntándonos lo mismo y recibiendo las mismas respuestas. Así indefinidamente…

Alguna vez, no hay respuesta a esta pregunta. Eso también puede ser difícil de aceptar pero la realidad es la que es.

El seguir con los porqués demasiado tiempo no disminuye el sufrimiento sino que lo alarga semanas, meses, años a veces…

Para ayudarnos a aceptar una situación difícil, tenemos otra pregunta potente:

¿Cómo?

¿Cómo puedo encontrar ayuda?

¿Cómo me puedo dar lo que necesito?

¿Cómo puedo avanzar?

 

Puede que luego lea un artículo que me inspire o que tenga una conversación que me dé claves para seguir avanzando.

 

6- ¿Depende de mí o no?

Cuando las cosas se complican es bueno parar y reconocer lo que depende de nosotros y lo que no.

Si algo depende de mí, entonces puedo hacerme las preguntas que utilizamos en coaching: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?…y buscar soluciones para avanzar.

Al contrario, tendremos que soltar y aceptar las cosas que no dependen de nosotras. No podemos controlarlo todo. Te doy otro ejemplo: en una relación, no puedo controlar el hecho de que el otro me quiera o no. El amor es un sentimiento y no depende solo de mí que el otro me quiera.

 

7- Retoma tu poder.

Cuando estamos sumergidas en situaciones dolorosas y difíciles, nos sentimos impotentes pero es solo lo que sentimos. La realidad es otra y seguimos teniendo el poder para avanzar. Siempre nos podemos preguntar: ¿Qué voy a crear a partir de esta realidad?

Como dicen los sabios:

               «Las cosas no nos pasan a nosotros sino que las cosas pasan para nosotros.»

 

Espero que estas 7 claves te sean útiles. Las puedes probar y practicar en situaciones cotidianas. No hace falta esperar a vivir una situación muy dolorosa para usarlas.

 

Te invito a dejarme tu opinión en los comentarios. ¡Me encantará leerte!

 

(Foto de Max Larochelle en Unsplash)

 

 

 

 

 

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