Playa vacía al atardecer. Fin del verano . No arruinarse la vuelta de las vacaciones.

Cinco trucos para no arruinarte la vuelta al trabajo.

 Y reflexionar sobre lo que puedes cambiar.

 

Estamos otra vez en este período del año en el que solemos sentirnos bien y descansados después de las vacaciones. Y nos gustaría mantener y alargar en el tiempo esta relativa serenidad y este buen humor. Sin duda se puede. En este artículo te doy cinco trucos para no arruinarte la vuelta al trabajo. Tómate un cuarto de hora y piensa de qué manera puedes poner en práctica alguno de ellos. Seguro que te ayuda.

 

1- Cuidado con los buenos propósitos.

Septiembre es un buen mes para pensar en nuevas metas. Es tan bueno como enero o incluso mejor. Y estoy a favor de los buenos propósitos…siempre y cuando te lances a ellos con cabeza. 😅

Tener demasiados objetivos en mente puede arruinar tu vuelta al trabajo… ¡y tu otoño-invierno!

Primero, escoge uno o dos metas que quieras alcanzar. Los cambios, mejor de uno en uno. Luego asegúrate de que realmente este reto que quieres empezar esté alineado contigo, con tu estilo de vida, con tus valores. No escojas algo simplemente porque está de moda y todo el mundo lo hace. ¿En una escala de 1 a 10, cuánto te ilusiona realmente? o ¿En esta misma escala, cuánto lo necesitas  para cuidar tu salud, por ejemplo?

Si estás muy abajo en la escala quizás este reto no sea para ti o no es tu momento. En cualquier caso recuerda que la disciplina es un músculo y cuanto más la ejercitas, más fácil es usarla.

Sobre todo no olvides personalizar tu nueva rutina, la manera de incluirla en tu vida. Huye de lo prefabricado si no es lo tuyo. Puedes ayudarte con apps o con un cuaderno bonito. Hacer deporte puede ser en el gimnasio o quizás te guste más un deporte al aire libre. Organízate mejor, lo cual no significa que tenga que ser una organización rígida e implacable.

Utiliza lo que a ti te sirve. Empieza por reflexionar sobre lo que quieres alcanzar, el beneficio para ti si lo haces y la manera más práctica de lograrlo. (Y puedes pedir ayuda 😉)

 

2- No empieces a trabajar a tope desde el minuto uno.

Vamos a ver: tu energía es un recurso limitado y tienes la responsabilidad de gestionarlo. ¿Cómo la gestionas? Es un tema muy personal pero hay cosas que todos tenemos en común: descansar antes de llegar al agotamiento, ser asertiva y capaz de poner tus límites, alimentarte bien, hacer algo de deporte y reservar momentos para las cosas que te gustan.

Además el estrés y el burnout se nutren de creencias limitantes como éstas:

  • Estamos en este mundo para sufrir.
  • El trabajo es necesariamente sufrimiento.
  • Si no sufro es que no estoy haciendo todo lo que puedo.
  • Sin sufrimiento no se consigue nada.
  • Yo puedo con todo.

Darse tiempo para reconectar con el trabajo y con la vida «normal» permite hacer más fácil la vuelta de las vacaciones. Reconecta con lo que te gusta de tu trabajo y reflexiona sobre lo que de verdad quieres aportar. Date permiso para disfrutar de momentos para ti incluso si son cortitos. ¡Y cuidado con la culpa! Antes de ser madres o mujeres profesionales somos seres humanos. Necesitamos descansar, reflexionar y disfrutar. A ver qué hacemos con las creencias limitantes «si no me sacrifico no soy una buena madre» o «si no me sacrifico no voy a conseguir nada.» Allí lo dejo.

 

«El arte del descanso es tan importante como el arte de trabajar.» (John Steinbeck)

 

3- Reflexiona sobre tus prioridades.

 

Una mujer meditando o reflexionando sobre sus prioridades
Tómate tu tiempo para reflexionar sobre tus prioridades. Es importante para no arruinar tu vuelta al trabajo.

 

Si llegaste a las vacaciones exhausta, de rodillas y con la cabeza a punto de reventar…¿Vas a ir directamente a por otra ronda?

¿Qué puedes hacer para cambiar esto? Algo puedes mejorar seguro. Quizás sea tu gestión del tiempo (en realidad la gestión de ti misma…), tu asertividad, tu manera de cuidar de ti misma, callar a tu impostor… y mucho más. Comprueba a menudo cómo te sientes. Tus emociones te guiarán. Cuando las ignoras entonces empiezas a sentir frustración, fatiga, tristeza y ansiedad.

Si quieres leer más sobre tu estrés, te dejo un enlace a una publicación mía de LinkedIn:  aquí

 

4- Reflexiona sobre tus excusas.

Otro buen truco para no arruinar tu vuelta al trabajo. Los «no tengo tiempo», «no se hace», «no sé», «no puedo» «¿Qué van a pensar?»  Todos son malísimos consejeros. Lo saben bien las que sufren del sentimiento de impostura. Te hacen sentir frustrada, agotada y desdichada.  😔

¿Por qué otra frase más realista los podrías cambiar?

¿Para qué los quieres mantener en tu cabeza? (No me digas para nada porque si no tuvieras algún beneficio de ello, no los tendrías en tu cabeza.💥 )

¿Qué vas a poder hacer o mejorar cuando no les hagas tanto caso?

 

5- Empieza a ver lo bueno, lo agradable.

Aléjate de las personas que se quejan todo el tiempo.  Es tal vez el mejor truco para no arruinarte la vuelta al trabajo. Todos sabemos que la vida no es un baile de unicornio fosforitos pero también es fuente de alegría, de placer, de aprendizajes y de momentos con chispa. Tenemos mucho momentos buenos en nuestro día a día, incluso en el trabajo. Puedes aprender a verlos y vivirlos con más intensidad.

De vez en cuando es bueno esforzarse y cambiar la perspectiva. Si me sigues desde hace un tiempo ya sabes que mi ejercicio preferido para esto es la gratitud. Expresar todos los días tu gratitud por cosas o personas concretas en tu vida te llena de abundancia y de alegría. Es ver todo lo bueno que tiene tu vida y sentirlo profundamente. Te dejo también un enlace de un artículo. Te explica tres maneras de embellecer tu vida: aquí

Darse cuenta de todo lo que «tienes» en tu vida te ayudará a capear temporales, a vivir más en el momento, a saber lo que es realmente importante para ti, a mantener el buen humor, y más. Es un ancla poderosa.

 

Un solo pensamiento positivo por la mañana puede cambiar tu día.
Tus pensamientos son poderosos. Pueden definir tu día. Pero tú puedes cambiar tus pensamientos.

 

Seguramente se pueden implementar otras acciones para no arruinar nuestra vuelta de vacaciones. ¿Cuál es la tuya?

Me encantará leerte en los comentarios. Así podemos alargar la lista y quizás ayudes a otra lectora de este blog. 😀

 

Aaaahhhh, se me olvidaba: es fundamental recordar que no podemos controlarlo todo.

 

Y por supuesto si decides que ya está bien de oír la voz de tu impostor y estar continuamente poniéndote en duda… Contáctame y podremos tomarnos un café virtual para conocernos. Te explico cómo trabajo y tú decides si te puedo ayudar. Por experiencia propia y ajena, te digo que, sí, se puede callar a tu impostora. 😀

Me puedes encontrar en Instagram, LinkedIn o me puedes mandar un mensaje aquí.

 

 

 

 

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